top of page

Romantizando el "sanar".



Hoy particularmente quiero hablar sobre un tema importante que es la romantización que hacemos del “sanar” o bien de cada uno de los procesos a los que nos enfrentamos, como si estos fueran lineales y cómo si hubiera una única forma en que las cosas “deben de ser así”. 


Creo que es muy importante aclarar este punto, porque hablando del ámbito terapéutico cuando acudimos a un proceso de igual forma generamos expectativas, sin embargo, a veces nos perdemos en ellas, al pensar que el proceso en el que estamos será lineal y que una vez que aprendamos nuevas herramientas nunca más volveremos a actuar de forma diferente, e incluso cuando no es así, podemos cargar con el peso del haber “vuelto a hacer lo mismo”, “tropezado con la misma piedra”. Pero es que, cada metamorfosis es en sí misma un cambio único, implica soltar lo que ya no seremos y reconstruir significados, entonces ¿por qué llamar un retroceso a algo que ya no es en sí mismo lo que era antes?. 



Es importante aclarar que hay estrategias a nivel terapéutico para prevenir recaídas o planes de seguridad establecidos en pro de consolidar los progresos, sin embargo, hoy nos parece importante desmentir la falsa creencia de que el proceso es lineal. Recuerda que tus aprendizajes y experiencias son únicas, por lo que, dependerá de lo que cada uno busque trabajar. 

Sin embargo, si te sientes identificado con esto y consideras que hasta cierto punto has llegado a romantizar o sobreexigirte con relación a tu proceso de “sanación”, hoy te traemos 5 pautas para evitar romantizar tu proceso y dar apertura a que tu crecimiento no quede frenado por la carga que muchas veces le damos al no tener un proceso “perfecto” o solo de subidas. 




  1. Evita comparar tu proceso con el de las demás personas: Cada uno tiene su propio tiempo y herramientas, lo que es importante para los demás no tiene que serlo para ti, enfócate en lo que es valioso para ti, lo que quieres lograr, la forma en que lo harás, sé constante y reconoce tus logros. 


  2. Ten en cuenta que al desarrollar habitos o habilidades “nuevas” se da un proceso en el que comienzas a aplicarlo, en primer momento quizá no en todas las situaciones o escenarios, la terapia justamente busca que estas habilidades se generalicen a los lugares en los que está la persona, sin embargo, es un proceso que lleva tiempo y constancia. Si te has dado cuenta de que no logras aplicarlo en todos los lugares o que en algunos te cuesta más trabajo es normal, reconoce tus logros y enfócate en buscar estrategias para intervenir en esta parte, puedes ayudarte de tu terapeuta para identificar juntos una solución.


  3. Recuerda que todas las acciones que tenemos han tenido consecuencias que muchas veces son gratificantes, por lo que, si continuas haciendo algo que no te agrada analiza ¿qué está ayudando a que continúe de esa forma?, ¿cómo reaccionan los demás con eso?, ¿cuál es tu ganancia en ello?, ¿cómo puedes sustituir esta ganancia por algo que sea positivo? (analiza lo que está en tu control para cambiarlo). 


  4. El proceso no es lineal, pero el hablar sobre retroceder significa regresar totalmente al mismo punto, valida lo que conoces, reconoce tus logros, identifica las herramientas que has generado y los conocimientos que tienes ahora para afrontar una situación difícil. 


  5. Desarrolla planes de acción en situaciones relevantes. Esto involucra el crear planes de seguridad o de prevención de las recaídas. El plan de seguridad va enfocado a aquellas acciones que puedes llevar a cabo para disminuir los peligros a los que puedes enfrentarte, por ejemplo, al vivir una situación de violencia.


    En cambio, la prevención de recaídas va enfocada a generar conciencia sobre cuáles son los cambios que podrían alertarte sobre una posible “crisis” y prever acciones para poder autorregularse con relación a ello. Ambos planes son completamente individuales y si bien son estrategias empleadas en el ámbito terapéutico algunos puntos a considerar son: mantener hábitos saludables(horas de sueño, comida balanceada, higiene, etc), identificar a un grupo de apoyo, es decir, aquellas personas con las que podemos compartir nuestro sentir y que pueden apoyarnos a autoregularnos o reducir los niveles de peligro, tener a la mano un kit de emergencia(números de policía, línea de la vida, etc), identificar qué técnicas nos ayudan a regularnos(técnica A, técnica B, técnica C). 


Finalmente, recuerda que cada proceso es único, generalmente no es lineal, enfócate en lo que has aprendido y lo qué puedes aprender de la experiencia, recuerda que no partes del mismo lugar, ahora conoces más cosas y se vale replantear, valida tu proceso y reconoce aquello que te gustaría mejorar como una oportunidad para crecer. 



 
 
 

Comments


bottom of page